Creyentes catalogaron una estatua como “La Virgen Llorona”, pues aseguran que las lágrimas caen por su rostro e incluso afirman que los ojos se le ponen rojos.
Las estatuas que lloran han sido objeto de fascinación y debate a lo largo de la historia, capturando la imaginación de aquellos que buscan explicaciones místicas o sobrenaturales. Estas singulares esculturas, que supuestamente emanan lágrimas de manera inexplicable, han sido registradas en diversas culturas y períodos, generando todo tipo de interpretaciones y teorías.
El fenómeno de las estatuas que lloran no se limita a una única religión o creencia; se han reportado casos en diversas partes del mundo y asociados con diferentes tradiciones espirituales. La explicación detrás de este fenómeno varía según la perspectiva de quien lo interprete. Algunos lo ven como un milagro divino o una manifestación sobrenatural, mientras que otros buscan explicaciones más terrenales.
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En redes está circulando un video que fue captado por un individuo, donde enfoca las lágrimas cayendo sobre el rostro de la Virgen María, una mujer quien aseguró también haber estado en ese momento, expresó: “Anoche, antes de llevar a Jesús al panteón, la Virgen estaba llorando, yo grabé sus lágrimas de dolor y toda la gente también lloraba con ella”.
El hecho sucedió en la iglesia del Chanal en México, mientras celebraban la santa misa, solo hasta ahora se dio a conocer el video que ha generado todo tipo de opiniones e incluso los creyentes la catalogan como “la virgen llorona” por las aparentes lágrimas que surgen de su mirada y bajan por sus mejillas, también afirman que sus ojos se ponen rojos, tal como sucede con un humano.
Victor Ramos un residente de la zona manifestó: “de la misma manera, cuando lloramos y se enrojecen nuestros ojos, a la imagen de la Virgen le pasa lo mismo, entonces comenzaron a brotar un par de lágrimas. Este es el evento, el fenómeno que está sucediendo aquí en la iglesia”.
Sin embargo, el científico Luigi Garlaschelli explicó su punto de vista desde otra perspectiva: “se necesita una estatua hueca de yeso o cerámica, que debe cubrirse por fuera con una capa impermeable y al llenarla con agua a través de un agujero imperceptible en la parte superior, el material poroso absorberá, pero la capa exterior impedirá que salga” y confirmó que: “si se realiza un ligero arañazo en el vidriado protector de la zona del lagrimal, el agua absorbida saldrá a través de él como si se tratara de lágrimas”, expresando su versión y poniendo en duda la interpretación religiosa.
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